PORTFOLIOS – India y su gente desde la experiencia del bus local

El moverse de un lado al otro dentro de un país desconocido es de por sí una de las experiencias viajeras que más me gustan. Con los pelos al viento en tuc tuc, apretado en un colectivo, colgado de un tren, en moto bajo la lluvia u oliendo la baranda de un buey desde una carreta, la sensación de movimiento y el no saber a dónde voy a llegar ni qué va a pasar ahí me generan algo así como una adrenalina viajera que después de un tiempo se me hizo adictiva. Y si a esto le sumo el condimento de hacerlo tal y cual la gente local, me gusta todavía más.

Siento que a través de los medios de transportes y su funcionamiento una sociedad muestra mucho de lo que es como conjunto y de la forma de pensar y vivir de sus individuos. Un hombre de traje y maletín chupeteando el borde azucarado de un Mohito de la primera clase de un tren bala que sale a horario un viernes a la noche desde Madrid para llegar, muchas horas después, también a horario a París, me cuenta cosas muy distintas a las que infiero al ver cómo dos campesinas suben un burro al compartimento de valijas de un colectivo que cruza el desierto de Marruecos antes de disponerse ellas mismas a ser una parte más del menjunje humano que formamos, entre el griterío y los olores, los que ya estamos arriba.

Y a la hora de hablar del transporte, India se las trae en grande. Les comparto una secuencia de imágenes que cuentan un poco la experiencia del moverse en bus local, el mismo que usan los lugareños, desde un punto a otro de India.

En una parada como ésta en Mapusa se puede tomar un bus local.

Por lo general, los que hacen trayectos cortos (por ej. una hora de una ciudad a otra) vienen cada 15 o 30 minutos y salen entre 15 y 20 rupias | U$S1 = 53 rupias).

Lo ideal es agarrarlos en la terminal.

Puede que incluso desde ahí algunos choferes quieran llevarte hasta una agencia de viajes cercana, pero siempre es mejor comprar directo ahí.

De esta manera te asegurás el precio real del pasaje y, además, tener un asiento…

…antes de que se empiecen a llenar hasta quedar repletos.

Ésta es Sandra, una señora hermosa de Karnataka que me contó que el aro que lleva en la nariz es típico de las mujeres casadas de su provincia. ¡Le costó 50.000 rupias!

Los bebitos son por lejos los que viajan más cómodos.

No alcanzan los ojos para repartirse entre lo que pasa adentro y lo que viene desde la ventana.

Y así como nosotros, también observan los lugareños.

Incluso desde sus ventanas.

La moto es otro de los transportes predilectos de los lugareños.

Las usan también para llevar de todo.

Y aunque creo que este no es el caso, también funcionan como taxis.