Pasaron 9 años desde que un día como cualquier otro, a eso de las ocho de la mañana de Sumatra, muchas playas del sudeste asiático se vieron tan extensas como nunca antes lo habían sido. Unos pocos minutos más tarde una serie de olas gigantes se llevaría con ellas la vida de más de 230.000 personas que no pudieron escapar a lo que fue uno de los desastres naturales más mortíferos de la historia.
Indonesia fue el país más afectado por el Tsunami del Océano Índico, con un estimado superior a los 160.000 muertos y más de 500.000 personas que se quedaron sin casa, mientras que Banda Aceh, la ciudad más próxima al epicentro del terremoto, quedó totalmente devastada.
Hoy en día la capital de la provincia acehtiense está materialmente recuperada, pero habiendo matado a casi un cuarto de su población, el tsunami sigue presente.

Una maqueta del Museo del Tsunami en Banda Aceh muestra los límites de la ciudad costera antes de la catástrofe.

La primera de ellas avanza hacia el noreste a una velocidad de 4 cm por año mientras que la segunda se desplaza hacia el norte a sólo 2 cm por año. La colisión resultante hace que haya un movimiento constante de una por debajo de la otra, siendo una posibilidad que cuando la de arriba avanza sobre la de abajo, se atore en alguno de los puntos de fricción (como muestra la imagen).

Cuando esto sucede, la acumulación de energía hace que en algún momento las placas “zafen” y ahí es cuando se produce el terremoto que puede desencadenar un tsunami.

El terremoto del Océano Índico tuvo una magnitud de Mw 9,1-9,3, se produjo a 10 km de profundidad en la costa oeste de Sumatra y fue el 6to más mortífero desde que se tienen registros.

La central eléctrica salvó a varias personas que pudieron subirse a ella, igual que lo hizo este barco con otras 59 vidas…

Increíblemente, y a pesar de que sus alrededores se esfumaron por completo, una de las mezquitas quedó intacta y también ayudó a sobrevivir a la gente.

Con la ayuda humanitaria y económica de la comunidad internacional, tanto Banda Aceh como otras zonas se han reconstruido. Éste es el “Thanks to the world monument”, donde se puede ver cada uno de los países que ayudaron.

Hay hombres y mujeres costureras en las veredas, puestitos y cuanto lugarcito sirva para poner la máquina de coser.

Y más allá de que se pueden visitar algunos monumentos que cuentan parte de una rica historia como capital del sultanato de Aceh… (Éste fue, por ejemplo, el primer punto de desembarco del Islam en el sudeste asiático -foto: de arquitectura hindú e inspirado en una montaña malaya, Gunongan fue construido por el sultán Iskandar Muda para su esposa enferma Putri Pahang y con fines recreativos-).

…O ser testigo ocular y auditivo de un campeonato de canto de pájaros (?)… (recuérdese que VIAJOSCOPIO no mata mosquitos y por ende repudia fervientemente el maltrato animal en el formato que sea).

Materialmente las cuentas están saldadas, pero si se piensa en que 1/4 de la población murió en el evento, lo más probable es que todos hayan perdido algún familiar o amigo. Este señor, por ejemplo, después de levantarme en la calle haciendo dedo me contó que toda su familia, incluyendo señora e hijos, murió ese día.
30/07/2013 at 00:45
Andy, admirable tu talento para viajar y para transmitir.
Buenos rumbos y abrazo desde Buenos Aires.
Modesto Alonso
03/08/2013 at 00:41
Modesto! Muchas gracias por los mimos! Estoy embarcándome hacia todo un día de viajes para llegar al oeste de Sumatra y subirme a un bote chino que después de 130 km por el océano me va a dejar en Pulau Nias, una isla aislada de estas latitudes. Me recomendaron que no tome el barco, porque el mar es virulento. Que vaya en avión. Desde que hicimos el seminario estoy mucho más tranquilo, pero igual, prefiero barquito!
Saludos y gracias!
30/07/2013 at 01:07
Se hace un nudo en la garganta.
19/08/2013 at 14:37
Que pena 🙁
Como es eso de que no matas mosquitos??
02/09/2013 at 01:25
Sí. Hace un año que no mato animales. Ya hace tiempo no mataba ninguno salvo los que me atacaban, pero ahora sólo los espanto, como hace cualquier otro ser vivo del planeta.
12/08/2015 at 19:48
Estuve en Banda Aceh dos meses después del tsunami. Fui al frente de dos buques de Guerra de la Armada de México, el Usumacinta y Zapoteco, llevando ayuda humanitaria. Permanecimos un mes en Banda Aceh apoyando con 43 Médicos Militares a la población de la ciudad y el Sur de esta sobre la costa Occidental de Sumatra. Fue una experiencia muy dura al presenciar el desastre natural que había sufrido la población de Indonesia. Algo inolvidable. Que bueno que mantengan estos artículos después de 10 años del suceso.