El paso por grandes ciudades en medio de un viaje muchas veces puede resultar algo tedioso. El ritmo de vida de la gente parece ir apurada y a los empujones a todos lados, las largas distancias a recorrer en medio de congestiones de tránsito, el calor agobiante entre el cemento, el humo que se respira y otros son detalles que muchas veces ahuyentan al viajero de este tipo de destinos.
Pero muchas veces resulta también necesario hacer aunque sea un paso fugaz por ellas, ya que suele ser en donde se pueden hacer las mejores conexiones entre redes de transporte. En el caso de Bangalore, la ciudad tiene un poquito de cada una de estas cosas para ofrecer, y más.
Siendo la capital de Karnataka y uno de los centros de producción de software más importantes del mundo, la ciudad se ha transformado en el último tiempo en una urbe cosmopolita pero que mantiene a su vez algunos puntos de interés de épocas coloniales que resultan interesantes para el viajero que la visita. Además de la zona de la Mahatma Gandhi Road (MG Road, el centro financiero y comercial de la ciudad), hay muchas áreas verdes con parques tan extensos como para hacerle a uno olvidar que está en una gran ciudad india, y también un casco antiguo (el barrio de Ghandi Nagar, pegado a la Majestic Railway Station) nutrido de varias atracciones como palacios, templos, fuertes y el mercado más grande e interesante de la ciudad: el Krishnarajendra, toda una experiencia en sí mismo.
Acá va la primera tanda de las imágenes y sensaciones que capturé en mis más que suficientes 36 hs de paso por esta ciudad.
La nueva estación de colectivos, justo en frente de la Majestic Train Station. Acá, al corazón del Gandhi Nagar (casco antiguo de la ciudad) se llega si se viene desde el sur.
Una de las curiosidades del sur de India: la mayoría de los hombres usa bigote. En este caso, lo vemos en cara de los políticos bangalorenses.
Algunos dignos de ser especialmente destacados.
Y en estas barberías es en donde tijera en mano se desarrolla dicho arte.
Los puestitos callejeros abundan y redundan por todos lados.
Éstos son unos muy peculiares, en donde sus vendedores sólo entran sentados.
Y los que no tienen puesto se acomodan y venden en donde pueden.
También en las grandes ciudades las señoras cargan cosas con la cabeza. Ésta, en particular, con una sonrisa triste.
Otras de sus responsabilidades es encargarse full time de los niños.
A quienes, además de ser adorables, les encanta posar para las fotos.
La ciudad tiene muchísimo verde.
Por ejemplo en el Cubbon Park, en el que llama la atención los bosques de cañas.
En los bares y lugares de reunión suele verse sólo hombres.
No sólo disfrutando, sino también atendiendo. Camareros, conserjes, recepcionistas… siempre hombres.
Otra curiosidad: una calle con poca gente.
Mucho más común es verlas así.
Y repletas de rickshaws.
Hay contrastes de costumbres.
Y en medio de la locura, también de estados de ánimo.
Y mucho loco lindo dando vueltas.
17/02/2013 at 18:57
Andy, muy buenas fotografías! En general, no solo la de este post. Me hacés conocer los lugares que vos vas conociendo.
18/02/2013 at 05:13
Gracias! Me alegro que puedas viajar a través de las fotos! =) Besos!