Desde el interior de esas casas símil barcos se escucha un “HORAS”. Harto en antaño han quedado las épocas en que el forastero, lejos de ser una novedad ocurrente con quien compartir una comida, era más bien lo que le daba calidad de banquete a la misma. Es que los ancestros de quienes hoy saludan con una sonrisa, supieron ser feroces caníbales.
SAL, LIMÓN Y PIMIENTA ROJA
De creencias animistas, los Batak entendían que el alma de una persona está compuesta por Tongi (alma viva) y Begu (alma muerta). La primera representa la fuerza del espíritu y por ende es la que le da vida al cuerpo que habita, siendo que cuando aquélla merma la persona enferma, y que en caso de desaparecer, ésta moriría. El Tongi, a su vez, puede pasar de un cuerpo a otro, razón que explicaría, aunque sea en parte, el por qué de que los Batak se comieran a sus enemigos. Así obtendrían no sólo el respeto de sus pueblos vecinos o el temor de los colonizadores, sino que además alimentarían la fuerza de su espíritu, cuya intensidad decrece cuando no se lo cuida.
Los antiguos pobladores de Sumatra, por su parte, se referían al grupo étnico como los man eaters, siendo que estas costumbres caníbales también tenían lugar en otras instancias del día a día. Thomas Stamford Raffles, un estudioso de la cultura Batak y sus rituales, justificaba hacia 1820 que “el canibalismo resulta una cosa común cuando, al estar demasiado viejos como para trabajar, los hijos se comen a sus propios padres, o mismo cuando según el crimen, a un delincuente pueda llegar a comérsele vivo”. De hecho Oscar Von Kessel, quien allá por 1844 habría sido testigo de un ritual de canibalismo en el que se devoraban a un hombre con vida, aseguraba que “la tradición era concebida por los integrantes de la etnia como un acto de justicia reservado para criminales que hubiesen robado, adulterado, traicionado o incurrido en el espionaje”.
Por otro lado, y como es de esperarse, no todas los bocados de un cuerpo representan lo mismo. Mientras que el corazón, las palmas de las manos, el hígado, la cabeza y las plantas de los pies son especialmente ricas en Tondi, también se colecta la sangre con el fin de preparar un brebaje especial. Y para que el rito sea efectivo, en la gran cena pública no puede haber mujeres presentes, pero sí se necesita que los familiares de la víctima aporten sal, limón y pimienta roja, como dando conformidad a lo que ante sus ojos acaece y enterrando así la posibilidad de un futuro clamor de venganza.
PAN Y VINO
Pero con el paso del tiempo, la influencia de los colonizadores holandeses y los misioneros cristianos que se encargan de difundir el catolicismo las costumbres caníbales de los grupos Batak comienzan a verse seriamente amenazadas, a tal punto que para principios del siglo XX la gran mayoría de ellos no sólo las ha dejado de lado sino que además se ha transformado al catolicismo.
Hoy en día los Batak constituyen la congregación cristiana más grande de Indonesia. Las iglesias aparecen en el paisaje de Samosir Island casi con cada torcer la vista y a pesar de que en la arquitectura de las casas se sigue adivinando la forma en la que solían encomendarse a los espíritus, hasta éste de entre muchos otros rasgos característicos de su identidad ha cambiado.
“HORAS… HORAS… HORAS…” sigue retumbando desde las tinieblas de cada casa. Tras acudir al llamado y dejar atrás la puerta diminuta de una de ellas, y ya con una taza de café negro en la mano, me entero entre Indonesio, Inglés, Batak, Español y señas que antes en una de éstas vivían entre 8 y 12 familias, pero ahora sólo una. Además de carecer de clavos, tuercas y remaches en general, adentro tampoco hay divisiones, pero un espacio abierto en donde cuando todo se comparte con todos.
Una abuela, dos hijos, los hijos de los hijos y los amigos de los hijos y de los hijos de los hijos, todos tomando una merienda multitudinaria conmigo es la mejor manera de sentir cómo después de caníbales, delincuentes y misioneros, lo lindas que son por afuera, también lo tienen por dentro estas casitas Batak.
10/09/2013 at 17:32
Un post excelente, las fotos increíbles, me encantó!!! 🙂
11/09/2013 at 02:35
Gracias!
10/09/2013 at 20:23
Qué linda nota Andy, nunca había escuchado sobre esta cultura. Muy buenas las fotos también!
11/09/2013 at 02:37
Sí, yo tampoco hasta que llegué a Sumatra. Acá hay muchas minorías, y casi que a cualquier lugar que vas hay una cultura nueva para investigar! Genial!
Gracias! =)
11/09/2013 at 09:27
Otra vez me permites volver a caminar sobre mis pasos:-) Es una gozada leer tus posts!
13/09/2013 at 06:44
Gracias Ana! Qué bueno que puedas seguir viajando a través de los posts!
13/09/2013 at 07:47
Excelente, muy interesante, buenísimas las fotos !
15/09/2013 at 05:08
Gracias!
10/10/2013 at 03:40
La foto de la abuela sacó aplausos en la office. Tremenda inmersión en lo local, nos llevás dónde pocos entran. Groso es poco, tendrás que hacer algún día una exposición con miles de fotos porque todas están geniales
18/07/2014 at 00:46
Gracias! Te aviso cuando salga la expo, la voy a empezar a planear!