PASA EN INDIA – La sociedad se divide en castas excluyendo a “los intocables” y reservando para ellos los peores trabajos

La constitución nacional actual no lo avala y por eso debería de haber quedado en el pasado, pero la realidad es que aún hoy en día en la sociedad india sigue vigente un sistema de castas que determina, a partir del origen de cada individuo, su estatus social en la comunidad.

De esta manera, apenas se nace ya se es parte de una de las 4 varnas (castas) principales: brahmanes (sacerdotes y eruditos), chatrias (soldados y administradores), vaishyas (comerciantes) y sudras (trabajadores). Según la tradición, fue en el momento de la creación cuando cada uno de los integrantes de estas castas salió de una parte distinta de Brahma (una de las tres deídades principales del hinduismo y que sólo interviene activamente en la creación del universo): los brahmanes de su boca, los chatrias de sus brazos, los vaishyas de sus muslos y los sudras de sus pies.

Bastante menos afortunados son los dalits (los intocables) quienes también en función de su origen son excluidos de la sociedad y, por ende, se ven obligados a realizar los trabajos más penosos e inmundos (como limpiar las letrinas), aquellos que ningún integrante de las 4 castas principales haría jamás. Por tratarse de la varna más sufrida y para mejorar su situación, el gobierno reserva para algunos de sus integrantes el 25% de los puestos de trabajo en el sector público y las plazas universitarias, así como también escaños en el parlamento.

La pertenencia a una casta está determinada de por vida, aunque puede mejorar o empeorar de una existencia terrenal a la siguiente según el karma (conducta o acción) de cada uno. Los hinduistas que viven honradamente y cumpliendo con el Dharma (código moral de comportamiento) tienen más posibilidades de reencarnar en una casta superior, mientras que quienes acumulan un mal karma es probable que lo hagan con el cuerpo de un animal, alejándose de la posibilidad de obtener la moksha (liberación), ya que sólo el humano puede lograr el autoconocimiento necesario como para escapar del ciclo de reencarnaciones.