– Esta historia empieza en “PASA EN INDIA – Lo que empezó como “una infección de riesgo” y que ahora parece ser “un simple derrame” me tiene hospitalizado (aunque sin amputaciones en el haber)” y es la continuación del post “DIARIO DE UNA HOSPITALIZACIÓN EN INDIA – Las cosas empiezan a ponerse bordó oscuro (lunes 14.01.13)“-
AVISO: En este post hay imágenes de un tobillo y un bisturí en el contexto de un drenaje.
“Blood is ok, pus is very dangerous” me dice Dr. Simon como para dejarme tranquilo. Estoy en la camilla, con el tobillo desnudo y listo para la carnicería. “You want to see your inyection?”, me pregunta sorprendido. Tengo las dos baterías de la cámara cargadas, vacíe las tarjetas de memoria y no hay mucha otra cosa mejor que hacer… así que, ¿por qué no?
Una vez más el consultorio está lleno de gente. La doctrina india que supe bautizar como el “Uno hace, muchos miran” también parece aplicar durante la punción de mi tobillo. En este caso, mientras el doctor pincha la anestesia con la primera jeringa, su asistente, una enfermera “Gladys”, otras dos que pasan constantemente por atrás y la secretaria administrativa se hacen de un lugarcito desde donde poder apreciar al detalle la intervención.
Esta vez yo también formo parte de los que miran. Pero la pequeña diferencia es que más que risueño y dicharachero, me encuentro bastante asustado. Que me corten el pie me tiene sin cuidado, de hecho me niego a acostarme porque quiero filmar todo. Pero lo que sí me preocupa, y mucho, es que el nylon azul sobre el cual se va a derramar lo que sea que haya adentro de mi tobillo se tiña de amarillo y no de rojo.
Además, por cómo me duele la pierna siento que cualquier cosa es posible. La ignorancia en lo que a medicina respecta y el no saber hasta qué punto puedo confiar en lo que me dicen los médicos ni en sus formas de proceder tampoco ayudan (ninguno de ellos, por ejemplo, ataja con un barbijo las bacterias que despiden sus carcajadas). Con el Dr. Simon listo para clavarme el primer pinchazo de anestesia y mi tobillo deforme y morado delante de mis ojos, las peores de las fantasías me atraviesan la cabeza. Una anestesia de medio cuerpo sería malo. Pero no poder salir de la clínica caminando mucho peor.
Mientras pienso lo peor, siento el pinchazo. Un poco más de fuerza, y ahora sí, la aguja está bien clavada. Dr. Simon tira del émbolo. ¡No sale nada! “¿Cómo puede ser? ¡Con lo que me duele es obvio que aire no tengo ahí adentro!” Pero cuando vuelve a presionar el émbolo, “It´s blood. Good news.” Salta un chorro de sangre. Respiro aliviado.
Ahora hay que drenar la sangre, pero el agujero que deja la jeringa no llega a ser suficiente: aprieta con los dedos y no sale nada. Sólo me duele más y más. La hora del bisturí y la tijera ha llegado.
“You abused me?”, me pregunta entre curioso y risueño, y con los guantes bañados en sangre, cuando después de cortar y apretar escucha un “¡me está doliendo como la puta madre!” “No, no… Just saying that this is fucking painful”. Nada que un poco más de anestesia local no pueda solucionar.
El resto es drenar y seguir drenando. La cantidad de sangre que me sacan es impresionante. Una parte está coagulada y otra ínfima se la llevan como muestra para un análisis.
A los pocos minutos mi tobillo deja de ser una pelota para ahora semejar una pasa de mora. Al no estar ya toda esa sangre conteniéndola, la piel que se había estirado queda toda arrugada. El color sigue siendo tenebroso y el dolor, punzante. Pero así y todo mientras veo el techo pasar desde la camilla en el viaje de vuelta a mi habitación, me siento un poco más aliviado.
22/01/2013 at 13:49
FUERZA CARAJO!!!! Y EXCELENTE VIAJE!
22/01/2013 at 19:40
Gracias!!
22/01/2013 at 14:17
DOLORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!
menos mal q no era pus! ojalá se cure rápido ahora!
saludosss y excelente posttt
24/01/2013 at 04:18
Yeahhhh! Dolorrr!
Gracias!