DIARIO DE UNA HOSPITALIZACIÓN EN INDIA – ¡Qué raro pero qué lindo que es volver a caminar! (miércoles 23.01.13)

¡Las fantasías se hicieron a un lado! 15 días después de aquella vez en la que el tobillo apareció de repente como una pelota negra y con un dolor que no me dejaba pisar, tras un primer diagnóstico de infección a cargo del “médico” más nefasto que visité en mi vida, superado el “necesitás internarte urgente pero no podemos confiar en vos” con el que me dejaron en la calle las autoridades del Medical Trust Hospital, habiendo soportado incisiones varias y hasta sobrevivido a una de ellas sin anestesia, y con moretones por doquier a causa de las endovenosas recurrentes con las que combato al Estafilococo “Bad Fellas” Áureo, puedo decir, feliz y con dos pies bajo mis rodillas, ¡que volví a caminar!

¡Cerró!

No hubo pus, ni tampoco amputaciones. Sigo de esta manera perteneciendo al mundo de los bípedos, aunque podría entrar también en la gama de los que caminan algo oxidados. Apoyar el pie después de tenerlo dos semanas en alto es tan emocionante como acartonado. Pero bueno, sólo necesito un par de días más para que se fortalezca la cicatriz y así poder irme caminando normalmente del hospital. Según auguran los médicos, si todo sigue así, esto va a pasar el viernes al mediodía, después de las dos últimas inyecciones.

¡Enhorabuena!

¡Vuelvo a caminar!