Ímpetu: m. Brío, vehemencia, ardor con que se actúa.
Ganas: f. Deseo, apetito, voluntad de algo.
Hay veces que ni el ímpetu ni las ganas son suficientes para llegar a destino. Las condiciones de “la red de transportes” de Sumatra y su modus (in)operandi, con rutas secundarias tan destruidas como para someter a penurias insoportables el esqueleto del viajero, hacen que más pronto que tarde se medite sobre la posibilidad de eyección del osado plan de ruta trans-cordillerano.
Rebotar contra un asiento acartonado al ritmo del curva-contracurva que propone una minivan atestada de gente e inundada por el cigarrillo indonesio que ni acá adentro se apaga es más que poco placentero. Entre pozo y pozo, el tiempo no pasa; la música se repite chillando a todo lo que da y cuando por fin se terminan los atados, el chofer decide parar, por qué no, una vez más.
Así se completa la que al pisar Takengon uno se entera que es tan sólo la primera de una sucesión de jornadas chicle de minivan. Los buses grandes no se le animan a la montaña y estas camionetas lo hacen únicamente durante horas diurnas, lo cual, de continuar con la travesía, supondría llegar a un pueblo tarde por la noche para volver a rodar, lagaña en ojo, a la mañana siguiente. Berastagi y sus volcanes aparecen así demasiado lejos, sobre todo si considera el plan A.
Por la Trans-Sumatran highway hasta el Gunung Sibayak
Cuando a dos horas de Medán la Trans-Sumatran highway se convierte en calle principal a sus costados vibra el día a día de la vida de una pequeña ciudad-línea. Ruido, polvo, mercados callejeros y montones de pequeños estudiantes que al grito de “Hello mister” intentan saciar su curiosidad es casi todo lo que tiene para ofrecer la versión urbana de Berastagi.
A las afueras, sin embargo, parecería ser que las cosas pintan un poco más interesantes. Así se intuye, por lo menos, a través de las fotocopias que amuradas con cinta scotch a las paredes de las guest houses cuentan después de cuántos días (o semanas) se encontraron muertos o con principios de hipotermina o sufriendo traumatismos varios a algunos de los extranjeros que se lanzaron solos hacia una incursión en los gunung que rodean la ciudad. El operativo de prensa para meter miedo al aventurero amigo funciona casi a la perfección y se complementa sistemáticamente con la ausencia estelar de carteles indicadores de un camino mucho menos que poco complejo hacia la cima del Gunung Sibayak.
Es así como casi todos terminan pagando (y arrepintiéndose después) las 150.000 rupias indonesias (U$S15) que cobran los lugareños para guiar 3 horas de ascenso, primero por una nada interesante calle de asfalto y luego a través de la una jungla y la montaña, hacia la punta del volcán. Cuando en el tercer tramo, y tras superar el trayecto selvático, aparece de pronto la vegetación achaparrada salpicada con rocas llovidas del cielo, es ahí cuando empieza uno a sentirse parte del volcán.
El cráter está ahí nomás, a tan pocos metros como para reconocerlo inmerso entre las formas serpenteantes con las que la lava marcó la cumbre del Sibayak. Valle arriba se escuchan las fumarolas soplando hacia el cielo y cuando también se las huele es porque ya se está allá. Con los pies sobre el suelo blanduzco de un pozo gigante que más de una vez supo ser el mismísimo infierno uno se pregunta cuándo será que una erupción vuelva a estallar. ¿Y si es ahora? El volcán está activo y así lo hace saber con el humo verde fluorescente que refunfuña desde sus entrañas, con lo cual, al no ser uno un erudito en actividad sísmica y volcánica, se imagina que en cualquier momento podría pasar.
El mundo está lleno de recovecos pensados para que un paquete de galletitas pueda transformarse en un banquete inolvidable y uno de ellos, con vistas panorámicas y de colores hacia su hermano mayor, el Gunung Sibanung, es la cima del Sibayak.
DATOS ÚTILES – CÓMO LLEGAR A BERASTAGI
A la ciudad de los dos volcanes se llega fácilmente si uno está en Medán, o desde cualquier otro lado vía la capital de Sumatra. Y como muchas otras veces que se viaje por la isla, a la hora de elegir hay que tener a bien considerar trayectos más largos y aburridos que suelen resultar más rápidos y cómodos que otros más directos pero que dependen de combinaciones interminables de minivans que surcan rutas internas y destruidas en muchas de sus partes.
DESDE MEDÁN
Los buses salen de la Pinang Baris Bus Station (ojo, hay dos estaciones de buses distintas) desde las 8 am y tardan entre dos y dos horas y media: 13.000 IRD (10.000 IRD = U$S 1).
DESDE DANAU TOBA
Estando en Samosir Island y con pocas ganas de pasar por Medán, se puede optar por la combinación de barco + 3 minivans:
1- Barco de Tuk Tuk (Samosir Island) a Parapat (40 minutos): 10.000 | Barco de Tomok (Samosir Island) a las afueras de Parapat: 6.000
2- Minivan de Parapat a Siantar (hora y media): 15.000 IRD | Taxi compartido (1 hora): 20.000 IRD
3- Minivan de Siantar a Kabanhaje (3 horas): 25.000 IRD
4- Minivan de Kabanhaje a Berastagi (15/20 minutos): 4.000 IRD
DATOS ÚTILES – DÓNDE QUEDARSE
Varios hoteles y losmen (la versión indonesia de una especie de homestay) se atiborran sobre las márgenes de la calle principal. Los precios van desde 50.000 IRD para arriba, con baño compartido, o partir de 70.000 con baño privado. Cualquiera de estas guesthouses ofrece la comodidad de estar en el mísmisimo centro de los acontecimientos, incluyendo griterío y bocinazos.
Una opción mucho más amena es la Sunrise View Guesthouse, a unos 500 metros del centro y sobre un pequeño monte. Acá las habitaciones también parten de 50.000 IRD con vista al contrafrente y 70.000 IRD con baño adentro las que miran cómo el amanecer le pega a la ciudad.
BOCA EN BOCA VIAJERO – CÓMO SUBIR AL Y BAJAR DEL SIBAYAK
Más allá de lo que digan en el pueblo y de los vaticinios nefastos que se hacen desde los carteles que enumeran los desaparecidos, lo cierto es que la subida al Sibayak es un trekking que no presenta ninguna dificultad. Cualquiera que pueda culminar un monte por escaleras está también en condiciones de llegar a la cima de este volcán.
En el pueblo aseguran que no hay que hacerlo sin guía, y esto es una realidad para aquellos que no tengan un grupo que los acompañe. Sin embargo, quienes estén con amigos no necesitan contratar los servicios de nadie, tan sólo con ser seguidor de VIAJOSCOPIO es suficiente para saber cómo proceder en el único punto de conflicto del trekking (ver foto con las indicaciones pertinentes acá abajo). Y aquellos viajeros solitarios pueden dirigirse bien temprano a la mañana hasta la entrada del parque nacional y esperar allí encontrarse con otros aventureros con quien emprender la travesía.
TIPS
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Llevar mínimo una botella de litro y medio de agua y comida.
Aunque calzarse zapatillas en Asia se sienta casi como una condena, no se recomienda hacerlo en ojotas. -
Empezar bien temprano a la mañana, para evitar el ascenso durante horas del mediodía cuando el sol pega fuerte. Entre las 8 y las ocho y media en el punto de entrada al parque es una buena hora de salida.
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Para bajar hay 3 alternativas. Volver por el mismo camino, enfilar por las escaleras que a través del Curam Valley llegan a las hot springs del Semangat Gunung Village (camino recomendado) o contratar un guía y meterse en la jungla que desemboca en las cercanías del Dolou Village (ésta opción no es factible hacerla sin un lugareño, ya que es fácil perderse en la selva).
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El Gunung Sibanung es más complicado y para explorarlo sí o sí se necesita un guía.
30/06/2015
Asia, EL VIAJE, Indonesia