– Esta historia empieza en “PASA EN INDIA – Lo que empezó como “una infección de riesgo” y que ahora parece ser “un simple derrame” me tiene hospitalizado (aunque sin amputaciones en el haber)” y es la continuación del post “DIARIO DE UNA HOSPITALIZACIÓN EN INDIA – Saltando en una pata llego al “Dr. Shastri Hospital” en donde después de levantarse de la siesta me atiende el mismísimo Dr. Shastri (miércoles 09.01.13)“-
Caer enfermo mientras se está de viaje por un país que parece en muchos aspectos quedado en el tiempo es algo que todos preferiríamos evitar. Es común, sin embargo, que al recorrer India muchos de los viajeros sufran por lo menos una intoxicación (por lo general debido al agua o la comida). Las bacterias que existen por estos lados son diferentes a las que frecuentemente entran en contacto con nuestros organismos y por ende no tenemos los anticuerpos formados. Vómitos, fiebre y malestares estomacales son los males más comunes y para los que todos, en mayor o menor medida, nos preparamos antes de viajar.
Que te diagnostiquen una infección interna en la pierna, por lo menos para mí, se siente algo más escalofriante. Y si a todos los fantasmas típicos del estar en manos de un desconocido se le suma que ese señor es el Dr. Shastri, que atiende en condicionas propias del subdesarrollo y que tan solo me toca un poco para confirmar la infección, todo suena todavía mucho peor.
El contexto todo de la consulta me llena de desconfianza, pero por el momento seguir las instrucciones a rajatabla es lo único que puedo hacer. Dedico entonces todo lo que queda del miércoles, jueves y parte del viernes pura y exclusivamente a tener el pie en alto e intentar no moverlo, mientras espero que los antibióticos y antiinflamatorios hagan su parte.
La novedad es que mis amigos quieren seguir camino, siendo el próximo destino Munnar, un pueblo de montaña en Kerala. Tengo que decidir si me quedo solo con el objetivo de no mover el pie y después los alcanzo, o si me sumo a la expedición contando con la ayuda de todos y la posibilidad de ir, en caso de que la inflamación no baje, a un hospital un poco más digno en Kerala.
Abrir los ojos a las 9 de la mañana del sábado y ver cómo en la otra punta de la litera lo que hay en lugar de mi pie parece mucho más un pez globo que otra cosa, inflado desde arriba del tobillo hasta donde empiezan los dedos, además de preocuparme todavía más, me da por sentado que tomé la mejor decisión. Ni bien llegamos a la Ernakulam Junction Station, en Cochi, vamos directo al Medical Trust, un hospital privado que me recomienda durante el viaje una señora local después de asustarse al ver la forma que ha tomado mi pie.
“No diría peligroso porque sos joven, pero sí riesgoso si no te internás”, me desliza con sutileza el cirujano Dr. Bhaskara, quien según me aseguran es el médico más prestigioso del establecimiento. No tengo muchas razones para dudarlo. Lo único que quiero es ver cómo me inyectan esos antibióticos directamente en el pie y esperar a que esto se cure lo más rápido posible. Les digo entonces que necesito buscar internet para avisar a la gente de assist-med y acto seguido estaría listo para internarme.
Pero cuando vuelvo con la confirmación de mi seguro médico de que puedo internarme sin problemas, la gente de admisión del hospital me dice que “volvimos a hablar con el médico y finalmente no hace falta que te internemos. Acá está la receta con los nuevos antibióticos, así que podés quedarte en un hotel con la pierna inmóvil y volver el lunes a ver cómo evolucionaste”.
¡De ninguna manera! ¿Primero me dicen que mi pierna está en riesgo y ahora me invitan a irme? No me muevo hasta que no me dejen volver a hablar con el médico. “Yo sólo soy doctor, no soy el que decide. Pero como doctor te digo que tenés que internarte. Ahora, si los de admisión no lo quieren autorizar porque tenés una cámara yo ya no puedo hacer nada…”.
Increíblemente no sólo nunca antes me habían dicho nada por la cámara sino que además desde que entré al hospital todo lo que sucedió, incluyendo la consulta, pasó con todos hablando a cámara sin problemas. Y ahora de repente y de la nada no me quieren hospitalizar porque “estás filmando todo y no podemos confiar en vos”.
Más allá de que explico la situación, guardo la cámara y, aunque muy a mi pesar, les aseguro que no voy a volver a filmar, siguen con la postura de que con los antibióticos voy a estar bien. Y ya no importa lo que dijo el médico, la única persona que vio mi pierna. Ahora hasta me mandan otro doctor pero no para examinarme nuevamente, sino sólo para decirme que habló con Bhaskara y que me puedo ir a tomar antibióticos por mi cuenta, “sólo asegurate de no mover la pierna”.
Otra vez a la calle, pero esta vez con la certeza de que necesito internarme.
18/01/2013 at 14:03
Qué desastre ese hospital, mucha suerte, ojalá que salga todo bien.
18/01/2013 at 16:11
Andi, y ahora dónde estás? mejoró el pie?
18/01/2013 at 16:31
Ahí posteé Charito! Estoy en el Lakeshore Hospital! Mejorando!! =)
21/01/2013 at 13:57
Si, acabo de leerlo! Que bueno que estés en un lugar más civilizado! MEJORATE LOCO!! un besote