¿Por dónde se empieza a recorrer el que enmarcado en la sexta isla más grande del mundo es uno de los ecosistemas más ricos del planeta? La pregunta que suele atormentar al viajero sobre cómo armar un gran itinerario de viaje lo pone a uno en aprietos aún mayores cuando su segunda mañana en Medán se asoma por la ventana. La ciudad es fea, gris, bulliciosa y no hay mucho más para hacer que encontrar una rápida vía de escape.
Pero los 473.000 km2 de Sumatra no son sólo paisajes volcánicos extravagantes que albergan especies vegetales y animales vistas únicamente acá. En las profundidades de lo que tanto magnetiza sobre estas tierras se hierven los caldos de un plato típico que nadie quiere saborear. La subducción de la placa Indoaustraliana bajo la Eurasiática hace que esta zona del Cinturón de Alpide se transforme en la segunda más propensa del mundo a sufrir catástrofes naturales de origen sísmico.
Un terremoto en la provincia más norteña de la isla pocas horas antes de aterrizar en Medán puede hacer que la ruta de viaje más tentadora, bajando desde Pulau Weh y Banda Aceh en el extremo septentrional, ya no sea la más indicada. Por otro lado, enfilar directamente hacia al sur haría que conocer tierras y cultura acehtiense más adelante signifique cortar el envión viajero para volver sobre la marcha, y eso suele saber muy mal.
La puerta de entrada a “La isla de oro”.
La riqueza en metales preciosos de la otrora conocida como Swarnadwipa (del sánscrito “Isla de Oro”) ve cubierta parte de su superficie por el área de conservación de bosques tropicales más grande del sudeste asiático. Un millón de hectáreas de las dos y media totales de ecosistema Leuser protege el Gunung Leuser National Park y allí, a pocas horas de Medán, yendo ni hacia el norte ni hacia el sur, viven especies endémicas que hacen de este Patrimonio de la Humanidad una gran opción para empezar a conocer la vida salvaje de Sumatra.
Atravesada al medio por el Sungai (río) Bahorok, Bukit Lawang es la aldea turística en donde la población se mide no por cantidad de personas sino en número de orangutanes y que, por ende, sirve de base ideal para quienes queremos conocer a nuestros primos pelirrojos.
Valet parking humano
Podría decirse que el primer paso del trekking se da cuando uno salta expulsado desde el amontonamiento de una minivan a los suelos de tierra y piedra de la estación de buses local. Los conductores de bejaj están al acecho, listos y prontos para atosigar a cuanto turista divisen con ofertas inmejorables de traslado hacia el pueblo (5.000 IRD por 5 minutos de trayecto | U$S1 = 10.000 IRD). Y es también acá en donde se ve lo que más tarde di en llamar el valet parking humano.
Hay quienes no gozamos del ser abordados por desconocidos cuyo único objetivo es enchufarnos alguno de sus servicios y justamente para nosotros está en esta terminal de buses el guía turístico que camuflado bajo la amabilidad del transeúnte que merodea la zona nos invita a seguirlo en su camino al pueblo. Los próximos 15 minutos de caminata transcurren desde un que hacés cómo andás hasta el más pormenorizado detalle de lo grandioso que sería hacer el trekking con este personaje haciendo las veces de guía. Para cuando uno se instala en una de las tantas guest houses por las que el susodicho lo lleva de recorrida, el trekking está casi vendido.
Los hombres naranjas de la selva
Cuando se tiene la suerte de que ninguno de los comensales sea un aficionado al alcohol hasta altas horas de la noche, la caminata hacia la jungla (con nuestro guía amigo, claro) debería empezar a eso de las nueve de la mañana. Caso contrario, nunca se sabe cuánto rato puede para una de estas personas significar un plácido desayuno mientras un grupo de desconocidos ridiculizados de trekkers intenta apurarlo con el rabillo del ojo.
Ya bordeando el Sungai Bahorok y con los primeros indicios de lo que será durante el resto del día una catarata de transpiración bajando por nuestro cuerpo, y más allá de que los guías aseguran que sí incluso contra garantía de reembolso del pago, la pregunta que nos hacemos todos es si veremos orangutanes.
El Gunung Leuser National Park y sus bosques tropicales son el hábitat de varias especies únicas de esta isla, algunas de las cuales están además en peligro de extinción. El elefante, el tigre y el rinoceronte de Sumatra son algunas de ellas. Lo más probable es que no nos los crucemos ya que andan por otras zonas del parque, pero tan sólo 15 minutos después de haber empezado nuestra incursión hacia las profundidades de una selva tropical frondosa, húmeda, repleta de insectos y bastante exigente entre subidas y bajadas, vemos cómo aquello que nos ilusiona moviendo la copa de los árboles es efectivamente uno de los 6.600 orangutanes de Sumatra que quedan sobre la faz de la Tierra.
Sólo acá y en Borneo, y en ningún otro lugar del mundo, se pueden ver ejemplares de estos hombres peludos, naranjas y slow motion que además de compartir el 97,6% del ADN con el hombre transmiten a través de sus gestos cuasi-humanos y parsimoniosos una paz espiritual y un amor que dan ganas de tirárseles de cabeza para abrazarlos y comerlos a besos. Sin embargo, es una regla básica, inquebrantable y conocida por todos que no se los puede tocar ni darles de comer ya que de hacerlo se corre el riesgo de contagiarles enfermedades nuestras. Así y todo, hay varios guías a los que esto parece importarles ciertamente poco y se la pasan llamándolos y ofreciéndoles comida para que bajen de los árboles. Lo mismo sorprende de turistas que cuentan orgullosos cómo abrazaron al orangután que regala abrazos. Por más que sea un tipo cariñoso y que haga pucheros si no se lo mima, hay que NO tocarlo.
Sexy pineapples, tubbing y rock&roll
Pasado el momento orangután del día y ya todos tranquilos de que lo inevitable finalmente pasó (¡no hay chances de volver de la selva sin verlos!) se sigue con un gran día de aventuras entre lianas, raíces, monos, mariposas, ciempiés, hormigas, otros animales geniales y mosquitos. Tratándose de una selva tropical, es probable que una tormenta ponga algo patinoso el último tramo de la tarde. Nada grave y que no se merezca un festejo con panzada de frutas y baño en el río incluido cuando se llega al campamento donde se pasará la noche.
Una de las cosas más lindas del trekking, más allá de los orangutanes, es justamente la simbiosis con la naturaleza circundante que se siente primero cuando llega el relax de la noche, pero especialmente durante la vuelta al pueblo al día siguiente cuando se bajan los rápidos del río flotando en neumáticos de tractor por entre la montaña.
Una hora más tarde se está de nuevo y con el corazón contento en Bukit Lawang, acá donde es que había empezado esta primera aventura por Sumatra.
DATOS ÚTILES – CÓMO LLEGAR
Dentro de un itinerario de viaje por Sumatra, lo más probable es que a Bukit Lawang se llegue desde Medán, Banda Aceh, Berastagi o Danau Toba.
DESDE MEDÁN
Los colectivos a Bukit Lawang salen continuamente de la estación de colectivos Pinang Barif y aunque piden 25.000 IRD por el trayecto de 4 horas, se puede conseguir por 20.000. Hasta dicha estación se llega, desde la gran mezquita (la zona de hoteles), con el minibus N64, 5.000 rupias en mano y entre 30 y 40 minutos de arduo tráfico.
También se puede hacer un viaje directo en minibus si se está dispuesto a cuadriplicar el precio del tramo.
DESDE BERASTAGI O DANAU TOBA
Hay minibuses diarios que unen Bukit Lawang con Berastagi y Lake Toba. El primer tramo cuesta entre 100.000 y 185.000 IRD y el segundo, que dura 7 hs., entre 180.000 y 200.000.
DESDE BANDA ACEH
Si estás en el extremo norte de Sumatra te espera un viaje largo y de trasnoche. Las agencias de viajes venden el paquete completo y directo en buses turísticos con aire acondicionado por 230.000 IRD, pero conviene hacer los tramos uno mismo y por separado. El mismo bus turístico (a Binjai) se consigue por 140.000 IRD y desde ahí hay que tomar un minibus (entre 12.000 y 15.000 IRD) hasta Bukit Lawang.
Una vez en la estación de colectivos de Bukit Lawang, se puede llegar al pueblo tomando un Bejaj o seguir a uno de los tantos guías que se acercan hasta allí para acompañar a los turistas hasta una Guest House. Caminando se tarda unos 15 minutos y los guías lo hacen gratis, ya que en el camino intentan vender su trekking por la selva.
DATOS ÚTILES – DÓNDE QUEDARSE
Siendo un pueblo chico pero muy turístico, la oferta de alojamiento es grande y variada. Las habitaciones más baratas con baño compartido y sin ducha salen 30.000 IRD y de ahí para arriba se encuentra de todo.
Las opciones más tentadoras están, subiendo el río, sobre la margen derecha. Para quienes viajan solos o con ganas de conocer otros viajeros, recomiendo Rainforest, una guest house manejada por una familia de gente hermosa, sonriente, amable y llena de buena energía. Nela y sus amigos tocan la guitarra y cantan todas las noches en el restaurante y Nora le hace masajes a todo quien lo necesite (yo estuve un día con dolor de cabeza y fiebre y me hizo masajes, tés y gualichos varios que me dejaron como nuevo para el día siguiente). Además, hay mesas sobre el río, un jardín verde y las habitaciones y sábanas están limpias (desde 40.000 IRD).
DATOS ÚTILES – PRECIOS DE LA VIDA COTIDIANA
Al estar en el medio de la selva, los precios de las cosas de primera necesidad y que inevitablemente hay que comprar están un poco más caros. Se recomienda estar pillo y ahorrar comprando artículos imprescindibles como repelente de mosquitos antes de llegar acá.
En Bukit Lawang NO HAY CAJEROS AUTOMÁTICOS y obviamente el cambio es no oficial, con lo cual conviene también tener rupias en efectivo (U$S1 = 10.000 IRD).
Plato de comida (arroz, un huevo, tofu y verduras a elegir): 12.000 IRD – con una presa de pollo: 15.000 IRD.
Agua 1.5 Ltrs: 5.000 IRD.
Rellenado de botella de agua: 2.000 IRD.
Internet: 4.000 IRD/hr. (la conexión es buena y si se necesita Wifi puede conseguirse en el orfanato de niños).
Curry de vegetales + arroz: 20.000 IRD.
Licuados: 12.000/14.000 IRD.
Banana frita: 2.000 IRD.Baño en la vía pública: 2.000 IRD.
Alquiler de neumáticos para bajar por el río: 10.000 IRD por día.
Fee para entrar al pueblo: 15.000 IRD.
DATOS ÚTILES – TREKKING
La actividad principal y sobre la cual se apoya el pueblo para sobrevivir son los trekkings a la selva para ver a los orangutanes. Al haber muchísimos guías entre quienes elegir y siendo los precios fijos, es una buena idea preguntarle a la gente con quién se la pasa bien y darle prioridad a ir con un lindo grupo de gente. Yo lo hice con Hery y Tarzán y estuvo genial.
Medio día: 180.000 IRD
Un día: 300.000 IRD
Dos días: 600.000 IRD
Tres días: 900.000 IRD
Hacer como mínimo el de dos días para pasar la noche en la selva y poder disfrutar del río la mañana siguiente vale la pena. En este caso se sale a las 9 am y se vuelve alrededor de las 15 o 16 hs. del día siguiente. Aunque la opción de volver en tubbing se cobra aparte (100.000 IRD), se puede regatear para que el precio incluya todo.
Es fundamental llevar entre una y dos botellas de agua (1.5L c/u) para el primer día.
04/09/2014 at 15:57
Impresionante Post. Para destacar los términos “havaiana unfriendly” y “wild pig”…que obviamente no pude descifrar…ni siquiera buscando en google…jaja
Seguí mostrándonos estos lugares espectaculares.
Abrazo!
04/09/2014 at 15:58
No todo lo sabe Google! Por eso existe VIAJOSCOPIO para ayudar al viajero amigo!
04/09/2014 at 15:59
Jajaja, como si hubiera estado contigo:-D Tengo la sensación de haber vivido la misma aventura;-) ¡Una descripción más que perfecta:)!
16/09/2014 at 17:23
Aaaaaaalucinante !!!!
Precioso lugar, preciosas fotos, qué experiencia !!!!
Saludos desde el blog de viajes El LoBo BoBo
02/09/2016 at 17:39
Increíble chicos! Gracias por compartir la experiencia!