Si en el extremo norte de Indonesia, a 15 km mar adentro, alfombrada en bosques tropicales y bañada por aguas cristalinas Pulau Weh es algo así como un escape a la rutina, su pequeña aldea de Iboih es el trampolín perfecto para zambullirse hacia un otro mundo, paralelo y submarino. Sobre las costas rocosas de esta parte de la isla se recuestan los arrecifes de coral del Pulau Weh Marine National Park, que además de buceándolos o snorkeleándolos, también es menester el disfrutarlos durante el resto del día.
Con tal objetivo entre ceja y ceja lo mejor que puede hacer uno es recurrir a su astucia viajera e instalarse en un resort desde cuyos aposentos, al borde del agua, se puedan avistar e identificar los peces de colores que más tarde se examinarán con detalle snorkel en cara. Y de entre los que ofrecen esta posibilidad, uno de los más recomendables es el Iboih Inn.
Una caminata de 400 metros entre vegetación silvestre o un mini-paseo con el bote del resort vaticinan lo que será una estadía rodeada de paz, tranquilidad y buena energía. Allí, en el medio de un bosque que no fue modificado para la construcción del resort, todo comienza con una cálida bienvenida a cargo del staff, todos sonrientes y muy amigables.
Liza, la dueña, habla muy bien inglés y está siempre lista para compartir esos detalles que hacen que uno se sienta todo el tiempo mimado. Desde historias sobre la isla y su gente hasta obsequios en formato tentempié de comida local riquísima (si se es afortunado, se puede llegar a probar ese manjar dulce y violeta que ellos llaman la papa indonesia), todo pasa en lo alto de un restaurante que flota en el aire sobre el Mar de Andamán en latitudes en las que Pulau Weh nos agasaja con una hermana pequeña, la isla de Rubiah. El solarium del Iboih Inn se convierte entonces en una plataforma de lanzamiento para clavados hacia una pileta infinita en la que uno se siente como volando cuando observa desde lo alto toda la vida submarina. El estrecho que separa a una de la otra tiene 300 metros por 30 de fondo y una vez cruzado, el seagarden que forman los corales, la variedad de peces en cardúmenes y las tortugas marinas hacen que uno recuerde durante días lo linda que es la vida.
Los momentos terrestres también son plácidos ya que estos bungalows son sin dudas de los más acogedores de Iboih. Entre las cosas que se destacan figuran lo muy luminosos que son gracias a sus puerta-ventanas amplias, la comodidad de las camas y que cuentan todos con un deck propio desde donde redondear por la tarde un día de disfrute puro de la naturaleza.
Aunque hay opciones más económicas, si se tiene la posibilidad no hay muchas dudas sobre dónde hospedarse para disfrutar en tierra los momentos de relax que nos dejan Pulau Weh y una incursión al mundo submarino.
DATOS ÚTILES – PRECIOS Y RESERVAS
Para llegar a Iboih desde el puerto de Balohan hay que tomar un taxi, minivan o moto de alrededor de 40 minutos. El precio inicial es de 50.000 IRD (U$S1 = 10.000 IRD) a conversar (se puede sacar como mínimo a 40.000 por persona).
OTROS SERVICIOS DEL IBOIH INN
Wifi: gratis
Snorkel: 15.000 ID
Patas de rana: 15.000 IRD
Moto por día: 80.000 IRD
Auto por día: 300.000 / 500.000 IRD (dependiendo del auto)
Cámara subacuática por día: 100.000 IRD
BUNGALOWS
Budget Fan: 200.000 IRD
Sea View: 300.000 IRD
Waterfront (a/c + agua caliente): 400.000 IRD
CONTACTO
Mail: iboih.inn@gmail.com | contact@iboihinn.com
Teléfonos: +62 811 841 570 | +62 812 699 1659
Web: www.iboihinn.drupalgardens.com
28/07/2013 at 04:28
como te envidio capo sanamente
tener guita para hacer estos viajes es genial si algun dia me gano el quini
voy a hacer la misma vida q vos
14/09/2013 at 08:58
Sabés qué, Beto. Yo creo que cuando uno quiere vivir su sueño las ganas son más importantes que la guita. Mucha gente me escribe con este tipo de mensajes y la conclusión a la que terminamos llegando es, no que no tienen los recursos económicos para hacerlo (que son menos que los que necesitás para vivir en Buenos Aires por ejemplo), sino que en realidad no tienen tantas ganas, o no se animan.
30/11/2013 at 11:34
es terrible este beto eh, yo viajé con andi un par de semanas pero sólo porque había apostado al caballo correcto en la séptima de san isidro