DIARIO DE UNA HOSPITALIZACIÓN EN INDIA – Las cosas empiezan a ponerse bordó oscuro (lunes 14.01.13)

Después de quedarme dormido esperando al médico, que suele hacer su ronda matinal entre las 10 y las 11 am, me despierta a las 12 del mediodía una comitiva de 6 personas que me mira fijo desde el costado de mi cama.

De izq a der: Aji, la jefe de enfermeras, 35 años, charlamos 15 minutos cada mañana, a eso de las 8.30 hs.; Dr. Simon; un ayudante; la secretaria; otro ayudante; y fuera de cuadro hay otra enfermera.

Encabezándola está un tal Dr. Simon, quien tras un par de preguntas de rigor a las cuales respondo por enésima vez que me doblé el tobillo el 30 de diciembre y que desde entonces ni me lo golpeé ni me lo volví a doblar, aunque sí advertí la presencia de una pequeña herida superficial tipo quemadura, procede a revisármelo.

Acá se ve como no sólo el tobillo está mal, sino que todo el pie aparece como inflado.

Y eso que había reposado en lo alto las últimas 36 hs. y bañado en sulfato de magnesio para que bajara la inflamación.

Está claro que no hace falta ser muy docto en la materia para percatarse de lo más importante: sigue muy inflamado y cada vez más bordó. Pero la novedad es que ha llegado la hora (¡al fin!) de hacer la punción para ver si la hinchazón es producto de sangre o pus. “¿Dangerous?”, es mi pregunta de cabecera desde que me infecté el brazo en Laos y me di cuenta de que cuando viajo por países con calidad sanitaria de dudosa índole y tengo un problema de salud importante, más que una explicación científica en un inglés rudimentario necesito ver la reacción del médico cuando le pregunto si lo que tengo es peligroso o no. Aquella vez en Laos se me rieron a carcajadas.

Como si hubiera una gelatina entre la piel y el hueso. ¡El dolor es insoportable!

“Si es sangre, no pasa nada. Si es pus, vamos a tener que hacerte un corte y drenarlo. Para eso a partir de ahora vas a dejar de comer y tomar. No podés ingerir nada más por la boca porque en tal caso deberíamos darte anestesia de la panza para abajo y si no tenés el estómago vacío podría pasar que vomites y eso se te vaya a los pulmones. Y ahí sí sería peligroso”.

Mientras tanto, lo volvemos a guardar vendado.

No hacía falta que me dijera lo del vómito: la sola idea de recibir una anestesia de medio cuerpo en India ya me tiene bastante aterrado. Mientras espero a que me vengan a buscar con la camilla, le pido a Brahma, Vishnu y Shiva que por Dios, la Virgen y el Espíritu Santo no sea pus.

Me vinieron a buscar…