¿Habrá algún viajero que pase por Vattakanal y se vaya al día siguiente? Locos hay en todos lados, y tanto como ellos, viajeros apurados. Pero para el resto de los mortales, este pueblito a veces sumergido entre las nubes otras como una isla que las flota desde la montaña, se convierte en un imán del cual es muy difícil escaparse. Por eso la mayoría de los que vienen, llegan y se quedan.
Si sos uno de los privilegiados, una buena idea es buscar una linda casita de montaña para quedarte. Hay muchas en las que sólo viven viajeros que se las van pasando de mano en mano, y ésas son el contexto ideal para sentirse un poquito más lugareño después de tanto tiempo lejos de casa: conocer gente del mundo, compartir cenas caseras preparadas por uno mismo y relajarse con fogones y música bajo las estrellas.
El pueblo es chiquito y suele estar bastante lleno porque es famoso entre los viajeros israelíes. Pero así y todo es relativamente fácil conseguir hospedaje: sólo es cuestión de dedicarle una primera caminata a recorrer la ladera preguntando por una cama.
Y para los que quieran disfrutar cada mañana de una sonrisa divina a cargo de la señora más linda que conocí desde que llegué a India, pueden preguntar por lo de Sara. Ella alquila ambas: habitaciones con baño y también casas.
DATOS ÚTILES – PRECIOS
Las casas en alquiler se esparcen por entre las terrazas de la montaña, se pagan por día y las hay desde pequeñas con una habitación y dos camas hasta multitudinarias. Una para 4 personas, por ejemplo, se puede encontrar desde 800 rupias (U$S1 = 53 Rupias).
Aquellos que viajen solos tienen la opción de buscar por cama (200 o 250 rupias la noche). Y quienes quieran conocer a Sara, tiene habitaciones para tres personas (con baño pero sin ducha) por 500 rupias.
08/02/2013
Asia, DATOS ÚTILES, EL VIAJE, India